lunes, 30 de enero de 2012

Ejercicio 4: VIH y SIDA (Tema 3;ej4)



  El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un retrovirus, clasificado en la subfamilia de los lentivirus. Estos virus comparten algunas propiedades comunes:

1. Periodo de incubación prolongado antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad

2. Infección de las células de la sangre y del sistema nervioso

3. Supresión del sistema inmunitario.

   La característica única que distingue a los retrovirus y permite su clasificación es la necesidad de transformar su información genética, que está en forma de ARN, en ADN mediante una enzima que poseen, conocida como transcriptasa inversa.

   La infección humana por el virus VIH produce una compleja enfermedad denominada síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que puede tardar en desarrollarse más de diez años.
  El descubrimiento de la relación entre el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y la infección por VIH se atribuye al grupo dirigido por Luc Montagnier del Instituto Pasteur de París, en 1983.




 

   El VIH infecta a las células que tengan en su superficie la molécula CD4 (una proteína de algunas células del sistema inmunológico y que el VIH utiliza como receptor). La gp120 viral reconoce y se une específicamente al CD4, y de este modo el virus se une a la membrana celular. Tras esta unión, el nucleoide viral se introduce en la célula y, mediante el proceso de transcripción inversa, el ARN viral se transforma en ADN de doble hebra. Este ADN viral es transportado al núcleo de la célula, donde se inserta o se integra al ADN de los cromosomas de la célula. Cuando se producen los estímulos necesarios, se desencadena el proceso de formación de nuevos viriones. Las partículas de VIH así creadas se liberan de la célula tomando en su salida parte de la membrana de la célula para utilizarla como cubierta. La replicación del VIH puede producir la muerte de los linfocitos T CD4 (uno de los distintos tipos de glóbulos blancos). La destrucción de los linfocitos T CD4 paraliza el sistema inmunológico, y este es el mecanismo por el que la infección por VIH produce SIDA.









La enfermedad: Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)



  Una persona infectada (seropositiva o portadora del VIH) puede encontrarse en uno de estos tres estadios, dependiendo del estado de su sistema inmune:

- Portador asintomatico:                               40%
- CPR:Complejo relacionado con el SIDA   30%
- Sida                                                             30%




    Un portador asintomático es aquella persona que se encuentra infectada por el VIH y que sin embargo no presenta ningún síntoma relacionado con el VIH, ya que el virus se encuentra latente, "dormido". Algunas de estas personas enfermarán en un futuro; sin embargo, otras no lo harán. Normalmente los síntomas aparecen varios años después de haberse infectado.

   Las siglas CRS significan Complejo Relacionado con el SIDA. Las personas que presentan CRS tienen algunos síntomas relacionados con la infección por el VIH, ya que el virus se ha activado, ha comenzado a destruir linfocitos y, por tanto, ha debilitado el sistema inmune. Estos síntomas (fiebre, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos...) no cumplen, sin embargo, los requisitos necesarios para poder afirmar que la persona está enferma de SIDA.

   El SIDA es el estado final de la infección crónica producida por el retrovirus VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Es una enfermedad que anula la capacidad del sistema inmunológico para defender al organismo de múltiples microorganismos, produciéndose graves infecciones. Se caracteriza por astenia y pérdida de peso importantes, y con frecuencia por complicaciones neurológicas debidas a la lesión de las células cerebrales. También una elevada incidencia de ciertos cánceres, especialmente el sarcoma de Kaposi; uno de sus primeros síntomas consiste en la aparición de lesiones violáceas en la piel. Otros tumores frecuentes son los linfomas de células B.


                                    


  El SIDA se transmite por la sangre, por contacto homo o heterosexual, a través de la placenta desde la madre infectada al feto y posiblemente a través de la leche de la madre infectada. La simple convivencia (sin relaciones sexuales y sin compartir objetos personales como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes) y la donación de sangre, no son factores de riesgo para la infección. En los países occidentales, el mayor número de casos se ha producido por transmisión homosexual, a diferencia de lo que sucede en España, donde el mayor número de casos se debe a la transmisión heterosexual. El virus VIH permanece silente durante un tiempo variable en el interior de las células T infectadas, y puede tardar hasta diez años en iniciarse la enfermedad.



  Hasta el momento se han aislado varias cepas del virus VIH, el cual está experimentando continuamente mutaciones genéticas. Estas mutaciones producen cambios continuos en la envuelta externa del virus, aquella contra la cual el sistema inmune humano puede desarrollar anticuerpos. Las mutaciones continuas dificultan la elaboración de una vacuna protectora frente a todas las cepas del virus. Recientemente se ha elaborado una vacuna frente a uno de los tipos de VIH que se está ensayando en humanos en Barcelona por un equipo español.

  El primer caso de SIDA fue descrito en Nueva York en 1979, pero el origen viral de la enfermedad no se estableció hasta 1983-1984 por Luc-Montaigner en el Instituto Pasteur de París. Muy poco después se dispuso de una prueba para la detección de anticuerpos VIH en el suero de las personas infectadas, lo cual permitió investigar los mecanismos de transmisión del virus, su origen y sus mecanismos patogénicos.

  Algunos virus parecidos al VIH producen infecciones en determinados monos africanos; este hecho, y la alta incidencia de infección en algunas poblaciones centroafricanas, ha sugerido la discutible opinión de que el virus se originó en ese continente. Actualmente es el continente más afectado.







Repercusión social del SIDA



  La condición de estigmatizads de los enfermos de SIDA o infectados por el VIH ha ido evolucionando desde una responsabilidad individual (personas que mantenía prácticas homosexuales, toxicómanos por vía intravenosa, “trabajadores/as sexuales” -del inglés sex workers- …); a ser una responsabilidad colectiva, como problema de salud pública a escala mundial, con diferentes vías de transmisión. De esta manera, hoy en día los grupos más vulnerables de cara a contraer el virus son las personas con escasos recursos económicos que viven en países subdesarrollados y el rasgo más característico de los estigmatizados por el VIH/SIDA es su condición de pobres.

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